martes, 22 de febrero de 2011

PROYECTO DE TRABAJO SEMESTRAL: Objetivos y Acciones

I. OBJETIVOS. PERFIL DEL TUTORADO

La tutoría entendida como el proceso de acompañamiento de tipo personal y académico para mejorar el rendimiento académico, solucionar problemas escolares, desarrollar hábitos de estudio, trabajo y reflexión y convivencia social.
Al planificar y desarrollar la acción tutorial se tuvieron en cuenta aspectos como: conocer y valorar la personalidad de los alumnos; estimular y dinamizar la vida social del grupo-clase; orientar el desarrollo personal de los alumnos de acuerdo con criterios de individualización; desarrollar habilidades y estrategias de aprendizaje basadas en la autonomía de los estudiantes. La figura del tutor grupal es necesario valorarla en toda su amplitud, baste recordar que el alumno está inserto en el grupo de su clase, donde comparte experiencias, iniciativas, y que su desarrollo dependerá de la dinámica del propio grupo.
En la agenda se encuentran pendientes algunas interrogantes: ¿Cómo se organizan y relacionan entre sí los tutores con los profesores-tutores?
¿Cómo organizar los horarios de clase de los estudiantes y los horarios de trabajo de los profesores para potenciar el esfuerzo tutorial hasta ahora logrado? ¿Qué estrategias facilitan el tratamiento de la diversidad de perfiles de tutorado y de problemáticas a tratar? ¿Cuáles son las formas más adecuadas de incorporar a los padres a la acción tutorial? ¿Hacia qué rumbo evolucionar la estrategia actual de tutoría, en atención a los diagnósticos –sistemáticos o no- reportados por la experiencia de estos años?

Se trata de una reflexión sobre lo que nos gusta hacer, lo que hemos podido hacer y lo que tendremos que hacer en el futuro en el marco de la tutoría, a fin de hacerla cada vez más pertinente e impacte en el proceso de formación de los estudiantes, pero sobretodo en su vocación humana. En este sentido, anotamos ideas que sostendrían los esfuerzos de una comunidad académica que busca en la tutoría una posibilidad de comprensión de un mundo educativo diverso y complejo.

Pensamos en una formación que responda a un desarrollo integral de todas sus potencialidades; es decir, que no se centre en el sector académico, considerado éste como la mera instrucción o transmisión de conocimientos. Para lograrla se requiere la puesta en práctica de programas de prevención tales como la tutoría, la cual es esencial en el proceso educativo.

Desde esta perspectiva, el papel de la tutoría se centraría básicamente en los siguientes objetivos:
1. Ayudar a integrar conocimientos y experiencias, centrado en lo académico principalmente.
2. Conectar la experiencia escolar y la vida cotidiana extraescolar, las cuales implican saberes psicológicos entre otros y conocer al estudiante de una manera más cercana. 3. Mantener una relación individualizada con el estudiante en cuanto a sus actitudes, valores, aptitudes, conductas, conocimientos e intereses.

La tutoría, apreciada desde un enfoque general, se considera como una actividad orientadora que realiza el profesor (tutor), vinculada estrechamente al propio proceso educativo y a la práctica docente, dentro del marco de la concepción integral de la educación. Esta función del docente, en todas las etapas y modalidades educativas, debería ser considerada como una parte integrante e inseparable del propio proceso educativo, ya que todo tutor tendría que: a) Conocer los intereses y aptitudes de los alumnos, para dirigir mejor su proceso educativo, b) Potenciar las relaciones entre la escuela y los padres, c) Propiciar la participación de los alumnos en la vida educativa de los centros, d) Detectar las dificultades de los alumnos en sus aprendizajes, ayudándoles a superarlas y en su caso, buscar los asesoramientos necesarios para conseguirlo, e) Coordinar la actividad docente de los profesores que trabajan con un mismo grupo de alumnos, con especial incidencia en las sesiones de evaluación del aprendizaje, f) Propiciar el clima de convivencia, tolerancia y cooperación dentro del aula, aunando el esfuerzo individual con el colectivo.

Ahora bien ¿Cuál sería la actuación del tutor y cuáles las características que debe reunir la función tutorial?
Entendemos que la acción tutorial debe ser continua y ofrecerse al alumno a lo largo de todo su proceso educativo; así, al mismo tiempo que atiende las peculiaridades de cada estudiante, se preocupa por las características del grupo escolar al que pertenece. Además, esta actividad debería ser una tarea de “equipo”, por lo que el tutor tendrá el compromiso de estar en permanente relación con las distintas personas e instituciones que intervienen en el proceso educativo.

En la institución se considera la tutoría como un proceso de tipo personal para mejorar el rendimiento académico, solucionar problemas escolares, desarrollar hábitos de estudio, trabajo, reflexión y convivencia social.

Para concretar, entonces, el proceso de tutoría en la práctica cotidiana de la Preparatoria “Alfonso Calderón Moreno” ha tenido diversos matices y áreas de desarrollo; nos interesa presentar las fortalezas, debilidades, y las acciones pendientes (ahora en forma de interrogantes) que orientarán el trabajo tutorial. Además, la figura de tutoría grupal como elemento de innovación que se debe hacer en esta unidad académica al programa originalmente propuesto en la institución.

a) Fortalezas:
Enfoque definido del programa institucional de tutorías.
Participación permanente de los profesores por horas y de tiempo completo en el proceso de acompañamiento del trayecto escolar a los estudiantes.
Capacitación de los maestros encaminada al manejo de las estrategias tutoriales personalizadas.
Clima laboral favorable a las actividades académicas en el plantel.
Instrumentación oportuna de apoyo al proceso formativo integral a los estudiantes que lo requieran.

b) Debilidades:
•Desequilibrio en la relación proporcional de estudiantes y maestros para otorgar una mejor atención personalizada.
•Acumulación de actividades académicas que reducen el tiempo real que los tutores pudieran dedicar a sus tutorados.
•Falta de una cultura de autonomía que impide a los estudiantes tomar la iniciativa en cuanto a lograr una mayor participación voluntaria, respecto a su proceso de formación académica.
•Limitaciones de tiempo real para que la mayoría de los maestros contratados por horas puedan atender íntegramente las tareas relacionadas con la tutoría personalizada.
•Escasa relación con los padres de familia de los alumnos que requieren mayor apoyo personal o que presentan problemas de aprovechamiento escolar.

Al planificar y desarrollar la acción tutorial en la Preparatoria “Alfonso Calderón Moreno” es necesario identificar la misión y visión del plantel, tratando de adaptar esta acción al contexto social y cultural donde se encuentran sus alumnos. Se deben tener en cuenta los siguientes aspectos:
1. Conocer y valorar la personalidad de los alumnos.
2. Estimular y dinamizar la vida social del grupo-clase.
3. Orientar el desarrollo personal de los alumnos de acuerdo con criterios de individualización
4. Desarrollar habilidades y estrategias de aprendizaje basadas en la autonomía de los estudiantes.

c) Tutoría grupal:
Una figura innovadora y dinámica que se debe implementar en la Preparatoria es la del tutor grupal. Consideramos importante valorarla en toda su amplitud, ya que con frecuencia se olvida que el alumno está inserto en el grupo de su clase, donde comparte experiencias, iniciativas, aprendizajes, etc. y que en gran medida en lo que respecta a los tiempos escolares, su desarrollo dependerá de la dinámica de su propio grupo.

Se ha puesto mucha atención en como los grupos se organizan con criterios burocráticos: orden de matrícula, orden alfabético, elección de optativas en el tercer año, etc. No obstante, es indispensable atender otros criterios, como son los psicosociales que permitan aumentar el grado de comunicación con el líder o líderes, el grado de interacción y de cohesión de los miembros del grupo, los lazos afectivos, etc., mismos que facilitarán el trabajo del tutor y resultan de gran ayuda tanto para potenciar el aprendizaje conceptual como para desarrollar la educación de actitudes y valores; así como la acción tutorial personalizada.

d) Agenda pendiente:
Los alcances del programa en términos cuantitativos y muy particularmente de socialización de la estrategia y/o estrategias entre los profesores y estudiantes es notoria, es decir, los resultados desde esa perspectiva deben ser interesantes, pero nos han enfrentado a muchas interrogantes. Cabe ahora ocuparnos en la revisión de aspectos cualitativos, tales como:
¿Cómo se organizan y relacionan entre sí los tutores con los profesores-tutores?
¿Cómo organizar los horarios de clase de los estudiantes y los horarios de trabajo de los profesores para potenciar el esfuerzo tutorial hasta ahora logrado?
¿Qué estrategias facilitan el tratamiento de la diversidad de perfiles de tutorado y de problemáticas a tratar?
¿Cuáles son las formas más adecuadas de de incorporar a los padres a la acción tutorial?
¿Hacia qué rumbo evolucionar la estrategia actual de tutoría, en atención a los diagnósticos –sistemáticos o no- reportados por la experiencia de estos años?
Es importante reflexionar sobre lo que nos gusta hacer, lo que hemos podido hacer y lo que tendremos que hacer en el futuro en el marco de la tutoría, a fin de hacerla cada vez más pertinente e impacte en los estudiantes, en su vida académica, pero sobretodo en su vocación humana. En este sentido, anotamos ideas que sostendrían los esfuerzos de una comunidad académica que busca en la tutoría una posibilidad de comprensión de un mundo educativo diverso y complejo.

1. Que las autoridades universitarias y los directivos en general, continúen dando relevancia al trabajo de coordinación del programa de tutorías y particularmente reconocer, permanentemente, el trabajo de los tutores.
2. Consolidar la figura del asesor grupal a fin de contar con la colaboración de quienes realicen esta tarea para detectar las situaciones problemáticas y fortalecer las acciones encaminadas hacia la integración del grupo.
3. Perfeccionar los mecanismos de verificación de las actividades de tutoría que se encuentran asignadas en el horario general de los profesores de tiempo completo.
4. Fortalecer los mecanismos institucionales dirigidos a recabar y sistematizar los datos relacionados con el proceso de evaluación, asistencia y observación general de los estudiantes.
5. Que se continúe con el proceso de capacitación y actualización de los docentes tutores, especialmente en las técnicas de entrevista individual al alumno y de relación con sus padres.
6. Institucionalizar, de la mejor manera posible, las reuniones de coordinación del tutor con los restantes profesores del grupo a fin de que éstos se involucren en la solución de las problemáticas individuales y personales detectadas.




II. ACCIONES